La venta de una vivienda es, para la inmensa mayoría de las personas, uno de los episodios económicos más relevantes de su vida. Un proceso tan trascendental como complejo, que además de requerir de tiempo, exige experiencia a nivel profesional, legal, conocimiento de mercado o estrategia de Marketing, entre otros.
Un acto que algunos propietarios deciden realizar por su cuenta y riesgo, aunque una gran mayoría opta por confiar a profesionales de los servicios inmobiliarios con el objetivo de evitar errores irreparables y disgustos. El administrador de tu Comunidad de Propietarios es uno de estos profesionales.
¿Qué valores diferenciales aporta confiarle la venta de tu hogar?
En líneas generales, los gestores de una comunidad se encargan de los asuntos financieros, legales y técnicos necesarios para el mantenimiento y la gestión de las propiedades. Los administradores son una figura crucial para el buen funcionamiento de una comunidad.
Un punto de mediación cuando se hace necesario, un soporte importante para cualquier conflicto y un interlocutor de proximidad para ayudar en la toma de decisiones relacionadas con la eficiencia, la legalidad y el futuro del edificio.
Una figura cotidiana y accesible al servicio de los intereses comunitarios. Un partner de enormes beneficios para gestionar un proceso de compraventa.
Confianza bidireccional
El gestor de una comunidad es una figura que ofrece confianza a las dos partes. Un actor que atesora una serie de informaciones trascendentales para el comprador y una cotidianidad en el trato con los propietarios, especialmente útil a la hora de llegar acuerdos. El perfecto aliado para una compraventa al estar legitimado en ambas direcciones.
Conocimiento que marca la diferencia
El gestor de una finca tiene una información imparcial y de primera mano sobre todo lo que tiene que ver con el edificio. Instalaciones, obras previstas, inquietudes comunitarias, eficiencia energética… Un valor diferencial en el factor conocimiento que revierte en rigor y transparencia para el comprador.
Valoración rigurosa
El conocimiento de la finca desde su interior permite que el gestor de nuestra comunidad nos pueda ofrecer un valor de mercado real del inmueble. Las incidencias (problemas de construcción, ascensor, adecuación a normativas…) o no del edificio a lo largo de su vida, son una información no siempre accesible para otros profesionales inmobiliarios, y que puede aumentar o disminuir el valor que el mercado le da de forma genérica a ese activo.
Formación, información y garantías
Una triple condición que es muy valorada por los propietarios de una vivienda. La formación acredita sus capacidades profesionales, la información continua les da una actualización directa sobre cambios en leyes y normativas, y la colegiación garantiza su actuación con dos tipos de seguros: la Fianza Colegial y de Responsabilidad Civil.
Ideal para tus retos inmobiliarios
Unos valores diferenciales que, imprescindiblemente complementados por una Estrategia de Marketing específica para cada inmueble y un equipo humano de altas habilidades comerciales, benefician los tiempos, objetivos y seguridad necesarios para la venta de una vivienda.
En Gil Amargós gestionamos en la actualidad más de 250 comunidades y participamos en más de 100 operaciones inmobiliarias al año. Una actuación próxima y familiar para las comunidades, resolutiva y sin sobresaltos en las compraventas, que nos avala como una solución ideal para tus retos inmobiliarios.
Tanto si eres un propietario con conocimientos comerciales o en marketing, si eres abogado (o tienes uno de confianza) o simplemente si quieres enseñar tu mismo tu piso; tenemos una solución para ti. Te recomendamos que conozcas las i-Experiences Gil Amargós
Unas experiencias inteligentes que individualizan todos los imprescindibles en el proceso de venta de una vivienda para que escojas como quieres vender tu inmueble. Unas experiencias de venta a la carta que garantizan el ahorro sin perder calidad y efectividad.