El desolador escenario climático y energético obliga, sin duda, a los responsables gubernamentales a poner en acción compromisos y medidas de carácter global que consigan hacer más sostenible el futuro del planeta. La emergencia de la situación también recomienda la colaboración de todos y cada uno de nosotros desde actos de responsabilidad individual.
Si en “¿Cómo hacer de nuestra vivienda un espacio más sostenible?” relacionábamos algunos tips para hacer de nuestras casas y pisos lugares más respetuosos con el Medio Ambiente, hoy abordamos cómo enfrentarnos a los desafíos energéticos del siglo XXI mejorando la eficiencia y adecuación de los edificios de viviendas en los que vivimos. Un granito de arena de compromiso comunitario de enorme valor para la Tierra.
Los edificios de viviendas representan una parte significativa del consumo de energía global. Mejorar su eficacia no solo reduce costos a largo plazo, sino que también contribuye a la conservación medioambiental. ¿Cómo podemos mejorar la eficiencia energética de un edificio desde acciones impulsadas por las distintas Comunidades de Propietarios?
Aislamiento y ventanas eficientes
Un aislamiento adecuado es fundamental para reducir la pérdida de calor en invierno y mantener la frescura en verano. Los edificios bien aislados requieren menos energía para calentar o enfriar, lo que se traduce en facturas de energía más bajas para los residentes y una menor huella de carbono. Además, las ventanas de doble o triple vidrio con recubrimientos especiales consiguen reducir la transferencia de calor, contribuyendo aún más a la eficiencia energética.
Tecnología inteligente y automatización
La implementación de tecnologías inteligentes, como sensores de movimiento, termostatos programables y sistemas de iluminación LED, optimizan el consumo energético de una Comunidad al ajustar automáticamente la temperatura y la iluminación según las necesidades reales de los residentes. La automatización también puede permitir la gestión remota del consumo de energía, lo que brinda un mayor control sobre los gastos.
Energías renovables integradas
La integración de fuentes de energía renovable, como paneles solares, reduce significativamente la dependencia de los edificios de viviendas de fuentes de energía no renovable. Estas soluciones no solo reducen el impacto ambiental, sino que también pueden generar ahorros a largo plazo al disminuir la factura de energía del edificio.
Instalación de contadores individuales
Instalar contadores individuales en cada unidad permite que los residentes tengan un control riguroso y pormenorizado de su propio consumo de energía y ser aún más conscientes de su uso.
Promover el uso de electrodomésticos eficientes
Un acto individual de impacto global. Incentivar que propietarios e inquilinos utilicen electrodomésticos con etiqueta de eficiencia energética, como lavadoras, lavavajillas y neveras que avalan un consumo menor y ostensiblemente más óptimo de la energía.
Sistemas de gestión
Existen sistemas de gestión de energía que monitorizan y controlar el consumo de energía en un edificio. Unas herramientas que permiten identificar las áreas en las que se puede mejorar la eficiencia y, por tanto, buscar soluciones desde la confianza y rigor que ofrecen los datos empíricos.
Educación y sensibilización
La educación de los residentes sobre prácticas de uso eficiente de la energía es crucial para maximizar los beneficios de las mejoras en la eficiencia energética. Las pequeñas campañas de sensibilización y programas de capacitación impulsadas por el administrador ayudan a promover hábitos como apagar luces y electrodomésticos cuando no estén en uso, ajustar termostatos a temperaturas moderadas y, en definitiva, hacer un uso energéticamente responsable de los espacios y bienes comunes.
Implementar algunos de estos consejos puede ayudar a reducir significativamente el consumo de energía y los costos asociados en un edificio de vecinos en una gran ciudad como Barcelona, además de contribuir a la sostenibilidad ambiental.
En Gil Amargós tenemos una experiencia de más de 50 años dedicados a la gestión de Comunidades de Propietarios, con un servicio de administración cercano, familiar y riguroso. Una administración enfocada en el ahorro, la eficiencia, la sostenibilidad y anticiparse a las problemáticas más comunes en un edificio.
Una fórmula de gestión de comunidades de persona a persona que revierte no sólo en su bienestar como residentes, también en la constante revalorización de su hogar. Puedes conocer más detalles de la manera de hacer de Gil Amargós accediendo nuestra web o visitándonos en nuestros espacios en Travessera de les Corts 304-306 y Comte d’Urgell 46.