La crisis inmobiliaria de 2008 actuó como factor desencadenante de una serie de cambios en el
sector. El más relevante, aunque ahora pueda parecernos una verdad de Perogrullo, fue la
evidencia de que el crecimiento del precio de la vivienda no tenía su techo en el infinito.
Derivada de esta nueva realidad, surgió la necesidad de que los servicios inmobiliarios
reinventaran las funciones y prestaciones que habían realizado tradicionalmente.
Y de esa necesidad emergió la figura de la Consultoría Inmobiliaria. Una empresa o área
empresarial formada por un grupo multisectorial de expertos en la materia, que asesoraba de
forma poliédrica a los compradores, vendedores e inversores que desearan acceder al
mercado inmobiliario.
Más allá de la intermediación
Una consultoría que en la actualidad ofrece una enorme diversificación de servicios en
respuesta a la constante evolución de las necesidades de los clientes. Una carta de soluciones
profesionales e imaginativas a los retos de cualquier operación inmobiliaria, asentadas sobre el
conocimiento del mercado, la experiencia, la empatía y la independencia empresarial.
Encontrar un edificio, analizar un proyecto de inversión o desinversión, estudiar la mejor
fórmula para rentabilizar activos inmobiliarios, valorar el precio idóneo de venta de una
vivienda… un amplísimo pool de acciones que van mucho más allá de las tradicionales labores
de intermediación.
Un servicio, inicialmente focalizado en empresas e inversores, y al que ahora cada vez con más
frecuencia acuden los particulares. ¿Por qué optar por una Consultoría Inmobiliaria? ¿Qué
beneficios aporta?
Un servicio poliédrico
Una de las principales distinciones competitivas de una Consultoría Inmobiliaria está en la
infinidad de caras que puede presentar a los usuarios, tanto orientadas al acompañamiento
del cliente y las relaciones comerciales de largo plazo como a la estricta operación de alquiler,
venta o compra.
El valor del conocimiento
La relación cotidiana con el mercado y los diferentes actores económicos que en él
intervienen, otorga a las Consultorías Inmobiliarias una información actualizada y de primera
mano de las fluctuaciones y las oportunidades que éste ofrece. Un factor de conocimiento
esencial a la hora de activar cualquier tipo de operación.
Eficiencia única
Una Consultoría Inmobiliaria supone una economización sustancial de tiempo, dinero y
trabajo, muy relevante y reconocida tanto por propietarios como usuarios que acceden por
primera vez al mercado inmobiliario. Toda la relación está profusamente documentada y
permite tener un partner único tanto para las fases de consultoría como para las fases de
comercialización, si así se desea.
La imagen que genera confianza
La confianza que genera la imagen y el prestigio de una Consultoría Inmobiliaria constituye
para los clientes un factor de primer orden en su proceso de decisión. Experiencia,
asesoramiento global, conocimiento del mercado desde diversos prismas (legal, tributario,
comercial, etc.). Una carta de presentación que proporciona la tranquilidad necesaria para una
correcta decisión.
Un colaborador de referencia
La Consultoría Inmobiliaria de Gil Amargós tiene una dilatada trayectoria asesorando a
usuarios, propietarios e inversores. La profesionalidad y conocimiento experto del mercado de
nuestros profesionales nos han convertido en
colaborador de referencia para propietarios y patrimonios que confían al rigor, transparencia y
credibilidad de nuestra área de Consultoría sus decisiones inmobiliarias.
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